Llevamos días sin publicar. Yo personalmente me esfuerzo por encontrar la inspiración y esta,
por mucho que intente arrancarme en un par de líneas, no acude en mi socorro. Continúo en
un estado de semi-perplejidad mezclado con una sensación semi-dulce ante los resultados
electorales que se han producido en Andalucía, sabiendo que queda tanto por hacer… Hay que
darlo todo.
Y sabiendo que hay que “sudar la camiseta” no consigo escribir ni dos palabras que
encadenándose se pueda enunciar algo coherente. ¡Qué rabia! Con todo lo que deseo dar de
mí mismo para ser protagonista desde la segunda fila, como simple afiliado “raso”, de este
gran cambio de paradigma político en España, tan ilusionante…
Así que he optado por utilizar esta reflexión que encontrará el lector rayando lo absurdo. Pero
permítame poder explicarme brevemente: hay algo en este texto que sin duda no es absurdo,
y no es otra cosa que las ganas. Mis ganas de ayudar, mi absoluta determinación de poner un
pequeñísimo grano de arena a este ilusionante proyecto para España. Y con algo de suerte las
mismas ganas que usted de que Ciudadanos consiga transformar la realidad de un país sumido
en graves problemas estructurales, pero que usted, como yo, considera dichos problemas
como subsanables desde un cambio sensato.
Entonces… si usted tiene esas mismas ganas… No se lo piense más. Únase a nuestro partido y
aporte lo que buenamente pueda. Ya ve que yo escribiendo un modesto artículo al menos
podré decir que lo he intentado. En fin, de eso se trata, ¿no? Poder decir que no será por no
haberlo intentado. Lo dice la famosa cita de la sabiduría popular china: “arriesgar es perder un
poco, no arriesgar es perderlo todo”.